lunes, 14 de febrero de 2011

Entrevista a Dolo Beltran (Pastora): "Las compañías telefónicas deberían pagar el canon que los usuarios pagan ahora para escuchar música"

Pauet, Dolo y Caïm (Pastora)

Pastora es uno de esos grupos que gustan a unos y a otros, a los que escuchan la radiofórmula más comercial y a los llamados indies. O por lo menos, han aprendido a ser respetados y apreciados en los dos lados de la balanza. Uno de los motivos que provoca esta simpatía que despiertan, aparte de sus cuatro discos llenos de buenas canciones, es la naturalidad y la sinceridad que desprenden cuando hablan. Y del poco miedo y los pocos prejuicios que entonan al conversar sobre la crisis discográfica, el estado de la música nacional e incluso de las etiquetas político-ideológicas que la prensa les adjudica injustamente. Hablamos con Dolo Beltrán, cantante de Pastora, que lanzan su cuarto trabajo en estudio Un viaje en Noria, con el que empiezan en marzo una gira por todo el país.

Escucha la entrevista en audio (en catalán) (programa 12/02/2011, minuto 3'17'')

Por Sem Pons,






Este disco viene precedido por un single rompedor. Aunque el estilo disco ya lo habíais practicado en anteriores álbumes, en esta ocasión Feel the magic llega con un estribillo en inglés y reduciendo tus voces a los coros. ¿Os ha salido bien esta propuesta un tanto arriesgada?

Bastante (risas). No sabría decirte, pero de momento parece ser que sí.

Feel the magic es una de las 12 piezas que encontramos en este Un viaje en Noria, que precisamente es eso, un viaje en distintas sonoridades, con subidas y bajadas de ritmo, cambios de estilo... Pero sonido 100% Pastora. ¿Qué cambios de sonido habéis introducido en este álbum con respecto a los anteriores?

Más que nuevos sonidos, este disco es una evolución de lo hecho anteriormente. Nos acercamos cada vez más al directo. Usamos de nuevo la electrónica pero de una forma más sucia, antes eramos más limpios. Esta vez hemos distorsionado guitarras y hemos conseguido un sonido más sucio.

Este nuevo disco incluye una canción en catalán, Dolços somnis, y en anteriores discos ya habíais hecho canciones en este idioma. Y en una entrevista reciente en el periódico 20 minutos (mírala aquí) afirmasteis de forma polémica que no os sentís libres al cantar en catalán, ¿porqué?

No, no, nunca lo afirmamos. Se lo sacaron de la manga. Yo simplemente dije que me sentía más cómoda cantando en castellano porque mi familia es de fuera de Catalunya, y a partir de ahí hicieron ese titular.

No acabo de entender tantos prejuicios políticos, sobretodo en los que hacen prensa y los que la leen, porque hay que pensar en qué idioma está una canción, si la canción es buena lo es y ya está.

Es que yo paso de estos líos, no me quiero meter ahí. Yo hago música y la música no tiene idioma. Es lo que yo hago. Y lo que piense la prensa, pues es lo que piensa la prensa. Pero se aprovechan de una frase dicha al aire, y te la ponen como titular. 

Pastora se dio a conocer con Lola, una canción que sonó mucho en el verano de 2004. ¿Os ha dado de comer esa canción? Muchos piensan que pegar un pelotazo así ya te permite vivir con tranquilidad.

No, no. Si la hubiéramos sacado años atrás, en los 90, seguramente sí nos hubiera dado de comer por lo menos unos cuantos años. Pero el mercado de la música cambió mucho, y cuando sacamos Lola ya había cambiado bastante, ya había surgido el pirateo. Sí, vivimos de la música, pero no de Lola, sino de todo el trabajo que llevamos haciendo desde entonces.

Precisamente hay quien sigue manteniendo la idea que los artistas que triunfan deben permitirse esos lujos antes tan habituales como las casas en Miami. Por otro lado, hay quienes defienden que la música debe ser gratis, y que los músicos son personas que hacen este trabajo por amor al arte, y sirviendo al pueblo. ¿Cómo podemos encontrar un término medio?

Todo gratis desde luego que no (risas). Nadie hace nada gratis. Cuando yo llamo al fontanero no me sale gratis. El término intermedio es que la gente aprenda de nuevo a valorar todo esto. Aunque sí lo valoran, hemos heredado una mala gestión musical, hemos heredado los excesos. Pero es positivo por otro lado, porque agudiza el espíritu de creación, de ser original, de reinventarse. Es muy positivo sobretodo para el artista.

Escucha Un viaje en Noria, nuevo disco de Pastora, en Spotify

Hemos vivido una evolución muy rápida a nivel tecnológico y social, y la industria no le coge el ritmo, va demasiado lenta.

Sí, no está evolucionando el ritmo del usuario. Pero cada vez lo escucha más. No sé como acabará todo esto, es posible que acabe desapareciendo todo y que al final la única opción sea escuchar música por Internet. La industria tiene que ponerse más las pilas, pero ya lo está empezando a hacer. 

El debate de la Ley Sinde ha planteado nuevos conceptos. Empezamos a hablar más de compartir música que de piratearla, y comenzamos a decir que descargamos música gratuita en vez de manera ilegal. ¿Vosotros como artistas y como usuarios como veis este nuevo concepto, el de poder tener toda la música gratis?

Gratis no. Spotify es una buena solución. Es una recaudación mínima, sí, pero respalda y genera los derechos de autor. Y me parece muy bien, pagar un servicio al mes y disfrutarlo. Incluso puedes no pagar y tienes unos anuncios, escuchando la música que quieras. Ojalá finalmente las compañías telefónicas paguen este canon que ahora paga el usuario. Porque todos pagamos Internet, y ellos - las compañías - no pagan nada. No me acaba de cuajar que alguien se esté forrando de esta forma, no debería ser así.

De hecho, siempre hablamos de gente que se forra. La industria discográfica primero, luego las empresas de gestión de los derechos de autor y ahora las grandes telefonías. ¿Cuando le tocará el turno al artista a poder forrarse, o a por lo menos obtener beneficios directos de su trabajo?

No lo sé, me encantaría saberlo (risas). Ni idea. Lo importante es ganarse la vida con esto, que sea lo justo. No hace falta forrarse, ganarse la vida dignamente ya estaría muy bien.

En los últimos dos años te hemos visto en la pequeña pantalla, en la serie Infidels de TV3, en la que recuperas tu faceta de actriz. ¿Seguirás manteniendo la interpretación en paralelo a tu carrera musical?

No me lo planteo, si me siguen llegando proyectos y me lo puedo combinar, seguramente sí. Infidels surgió en un momento en que preparábamos el disco, en la fase de composición, y me lo pude permitir. Si ahora llamasen, seguramente tendría que decir que no, porque tengo una gira muy llena. 

Los que hayan ido a vuestros conciertos se habrán reído mucho cuando presentas algunas canciones, en tus improvisaciones en plan monólogo. Te sale una vena cómica, te creces encima del escenario. ¿Te veremos algún día en algún formato del tipo El club de la comedia?

Me lo han preguntado mucho (risas). La verdad es que no me lo he planteado. Lo hago cuando tengo un feeling especial con el público. Hay conciertos en los que no lo hago. Conciertos así grandes, festivales no tienes tiempo para hacerlo. Pero en una sala, en la que la gente ha pagado para verte a ti, pues si que explico historias. De aquí a ir a El club de la comedia... (risas). No me lo he planteado. 



Échale un vistazo al proyecto de Pastora en La Churueca, en Nicaragua, cantando Un pedazo de tierra con los niños de esa población, en medio de un vertedero, para colaborar en la mejora de sus condiciones vitales

Una idea que dejamos en el aire. La prensa y la sociedad catalana hablan mucho de un boom musical hecho en Barcelona, en Catalunya. Grupos como Love of Lesbian, Delafé y las Flores Azules, Pau Vallvé... Vosotros conseguisteis la fama antes que todos ellos y quizás por eso ya no se os cataloga, no se os engloba bajo la misma liga. Pero sí sois de la misma generación. ¿Qué tenéis en común con ellos?

Pues, con Love of Lesbian y Delafé y las Flores Azules, para empezar, la oficina de management (risas). Estamos en Music Bus, como una familia. Sobretodo con Delafé y Las Flores Azules el experimentar, el usar bases electrónicas. Me siento muy acorde, con muchas cosas en común con esta escena de Barcelona. Con Love of Lesbian, con Delafé y las Flores Azules, con Standstill... Me gustan mucho.

Como dijo The New Raemon en una entrevista con nosotros, uno de los puntos que están haciendo que este tipo de grupos consiga la fama, es el hecho que hacen música con más personalidad propia. 

Sí, también. Es cierto. Ni nos hacen las canciones ni nos dicen como hay que posar en la foto. La gente esto lo agradece mucho, el tener un artista de pies a cabeza, que sepa lo que hace, aunque luego la cague. Gente que apuesta por lo suyo, y eso es muy importante.

Pau Riba, el padre de Pauet y Caïm, ¿es una especie de gurú filosófico que hay detrás de la banda o no pinta demasiado en Pastora?

No pinta mucho, no. Le pedimos sitio para ensayar, porque lo hacemos en su casa, en un espacio que nosotros mismos acondicionamos, que vaciamos y que instalamos un buen local de ensayo, que él también usa. Pero vamos, esto te lo digo yo, luego a ver que dirían Caïm y Pauet, que es su padre, y con el que tienen muchas más cosas en común que no yo.

En el programa El Convidat, con Albert Om, Pau Riba dijo que había dejado de ser conocido por ser el nieto de Carles Riba para pasar a ser el padre "de los de Pastora".

Sí, sí (risas). Siempre lo dice, en plan broma. 

No sé si fue un punto importante en vuestros inicios, sí la gente se fijó más en vosotros en plan "escuchad este grupo, que están dos hijos de Pau Riba".

No soy muy consciente de ello. Nosotros fuimos, de entrada, a una discográfica a Madrid, y ahí Pau Riba no tiene tanto peso como aquí. Tal vez aquí en Barcelona, en Catalunya, si hubo esto. No sabría decirte. Sí te da una plataforma, una curiosidad que nos favorece. Pero más allá de esto, Pau Riba es el padre de Caïm y de Pauet, y hace de padre.

Muchos de los que os escuchan están, en cierto sentido, orgullosos que llenéis salas a pesar que ahora ya no sonéis en grandes radiofórmulas como Los 40 Principales o Cadena 100, que os han dejado un poco de lado. 

Sí, los conciertos tienen muy buen rollo. Ha sido un trabajo constante, no lo hemos conseguido de un día para otro. Si que es cierto que con el primer álbum empezamos a llenar conciertos de golpe, pero ahora ya tenemos un público que sabe bien qué va a ver. Sí que en los inicios había mucha gente que venía a ver Lola, y ahora esto ya no pasa.

Dicen de vosotros que estáis a caballo entre la música indie y la comercial. 

Sí, no saben donde hay que colocarnos. A nosotros ya nos da igual, hemos decidido ir por libre.

El próximo 4 de marzo actuáis en el Palau de la Música presentando ya oficialmente vuestro nuevo disco, Un viaje en Noria, en el Festival del Mil·leni. ¿Qué novedades nos traéis encima del escenario?

Canciones nuevas, el espectáculo que hemos ido probando en la pre-gira pero más largo, con más temas, nuevo teclista. Pauet hará un cuadro virtual en directo. Más historias, más monólogos.

Y con la vista puesta hacia adelante, ¿qué camino tomará Pastora?

Pues la gira seguirá con este espectáculo, y más adelante... no lo sé, somos incapaces de planear. Queremos volver a Nicaragua en agosto para hacer un concierto en La Churueca. Y ya iremos viendo.

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